Envolver a los bebés en una manta ligera los calma pues les da una sensación similar al de la barriga materna.
Beneficios
• Envolverlo en una manta ligera mantiene los brazos y piernas juntos, rodeando su cuerpo. Esto ayuda a que el bebé duerma relajadamente.
• Ayuda a alzarlo más cómodamente.
• Abriga al bebé y lo mantiene tranquilo.
¿Cómo envolverlo?
1. Pon una manta ligera, preferiblemente de algodón, y abierta sobre una superficie cómoda. Dobla una de las puntas de la manta para que quede como un diamante.
2. Ubica al bebé de tal forma que su cabeza quede por fuera de la esquina doblada. Los hombros y brazos quedarán derechos sobre la manta.
3. Firmemente, dobla la esquina izquierda de la manta, pasando sobre el bebé hasta la otra esquina. Ten cuidado con sus piernas y caderas, estás deben estar levemente dobladas para su máxima comodidad.
4. Después, dobla la esquina inferior de la manta (el que hace la forma de diamante) hacia arriba.
5. Por último, toma la esquina derecha y dóblala sobre el bebé hacia la izquierda.
Recomendaciones
• Los bebés recién nacidos son felices con esta práctica, hay que tener cuidado y consultar con el pediatra la forma correcta para hacerlo.
• Se recomienda dejar de envolverlo de esta forma cuando empiece la etapa de rodar.
• La cabeza del bebé nunca se debe cubrir.
• La manta debe ser ligera.
• Cuando está envuelto en una manta se debe acostar boca arriba y estar viendo si respira adecuadamente.
• No excederse en el uso de esta forma de envolver pues hay que permitirle al bebé que se mueva libremente para desarrollar sus músculos. Solo usarlo en momento de siestas cortas.
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