
Entonces te volviste madre... š
TenĆas un millĆ³n de planes para tu vida,
soƱabas un millĆ³n de sueƱos.
Pero te volviste madre.
DormĆas sobre tu cama
y te despertabas a las 10 de la maƱana.
Pero te volviste madre.
TenĆas un montĆ³n de amigas que te llamaban
y te llamaban para salir siempre,
Pero te volviste madre.
LeĆas un libro por semana
y ponĆas al dĆa una serie al mes,
Pero te volviste madre.
Te hacĆas las uƱas
y te hidratabas el cabello todo el fin de semana,
Pero te volviste madre.
SalĆas sin prisas y sin preocupaciones.
Pero te volviste madre.
Pero te volviste madre
y te diste cuenta de que tus planes
y tus sueƱos no llegan ni cerca de la felicidad
que tu hijo(a) te transmite.
Que su sonrisa es mƔs transformador
que cualquier viaje
y que sus conquistas te dan mĆ”s satisfacciĆ³n
que cualquier conquista tuya.
Pero te volviste madre
y descubriste una fuerza mƔs allƔ de lo normal,
una fuerza que te guĆa al amanecer.
Fuerza que te hace sonreĆr
incluso despuƩs de dormir cuatro horas por noche.
Pero te volviste madre
y cambiaste tus libros por libros infantiles
y tu serie por dibujos animados,
y quieres saber. TambiƩn son interesantes.
Pero te volviste madre
y te haces un moƱo torpe en el cabello
y quedas maravillosa con Ć©l,
y las uƱas, no son tan importantes como eso.
Pero te volviste madre
y conociste a amigas madres tambiƩn,
y es tan increĆble compartir
el universo de la maternidad con ellas.
Te volviste madre
y tus paseos son tan insignificantes,
porque cuando llegas a casa
te ves con esa criatura que cambiĆ³ toda tu vida
y te das cuenta de que sin ella
no habrĆas sentido ninguna de las cosas
que ahora sientes.
Te volviste madre
y el universo se queda pequeƱo
a lado del gran amor que en ti creaste.
Escrito por: Ron Israel